Voy a guardarme para mí
doscientos versos
me antojarían vulgares...
¡ay! Cómo se revuelve
tu cuerpo
cuando el quebranto te ahoga
parece que tus manos
se rompen
y que las venas
se te desbocan
sin embargo
mientras a mi
me embaucas
tú, renaces...
II
La ciudad calla mientras escondo mis manos en los bolsillos del vaqueros, entre arrecía y acojoná… en silencio, concentrada en la inmovilidad de las cosas, de la gente que aún no existe y que luego llenará el ambiente, con gritos y pasos ligeros… Sólo se trata de caminar, como un mecanismo, sin choques, sin agobios… ¡Este sitio es mío!... ¡joder! La gente de bien también va a la oficina en moto de campo… Puedo parecer cansada, siento mi cuerpo agotado, pero el espíritu pleno. Son las 6:00 de la mañana y sólo hace un rato que me tumbé en esta cama tan grande. Dentro de una hora abandono la ciudad enmudecida para enfrentarme al bullicio de otra en la que se siente la soleá y la siguiriya ¡Déjame tiempo mío que me acurruque en este momento!
Ha merecido la pena…
Cuando camino sin rumbo y ya no me sirves… y me echo de menos, y me veo ausente, inmersa en otros tiempos… repegando las alas que un día me amputaron y por las que aún siento dolor… me he acabado acostumbrando a todo… es lo peor acostumbrarse a todo... En ocasiones no siento nada, y luego, me apasiono por cualquier cosa en un momento… Ahora tengo ganas de verte… ¡que cosas las que sentimos por la gente! ¿no?... a mi el ser humano me parece absurdo… pero no puedo evitar sentir curiosidad por él… por mi misma… Creo, que de naturaleza somos todos luneros (o lo que es lo mismo, interesados en algo o alguien según las circunstancias)… ¿o acaso vosotros no os arrimáis al sol que más calienta?
Últimamente me pierdo cada vez que doy un paso… y retrocedo cien cuando más cerca veo el objetivo… me he aburrido de quererte… al fin y al cabo… eso sólo es un sentimiento monótono… ¡joder! Qué rollo querer a la gente para que se sientan bien, para sentirte bien… para luego echarlo en cara… para definir una situación… para formalizar una amistad… Cada día, me parece más entretenido no querer… Así sería más mala, egoísta, desengañada, valdría, para poco en general…
Me pregunto cómo estará ella… yo que llevo tanto tiempo queriendo verla… las circunstancias cambian… y nos condicionan… no siempre a gusto… no llueve a gusto de todos… aunque también es cierto que pá gustos los colores… no se… Yo también hace tiempo que salí de todo eso… ya no se ni donde vive, ni como se llama, ni cuales son sus aficiones… Imagino que cuando le vea, después de tanto, será como viajar en el tiempo… yo le contaré cosas de antes, las cosas que me sabía… y me dirá que “las circunstancias cambian”… Pero siempre (y cuando digo siempre, digo siempre) prefiero no pensar en esas situaciones … Sigo siendo más feliz cuando acaba el día…
Cuando la naturaleza me alumbra, veo las tontunas más de cerca… Prefiero seguir existiendo cuando el mundo no lo hace… porque en ocasiones, no me siento parte de él…
¡¿Cuantas cosas puedo llegar a decir no?!... entre ellas… perro, gato, dolor, ratón, caja, boli, disco, botella, reloj, perro, móvil, anillo, libro… (y eso sólo son las cosas que veo a simple vista…)…