Los perros estaban ladrando mientras paría la gata parda. Y yo desde la cama que no me pertenece...que nunca será mía, escuchaba aquella algarabía que me producía tanto temor. Las noches de luna llena sigo imaginando que me convierto en perro lobo.
Y el gallo canta a las siete, cuando ya va avanzando el alba. Siento el alma grande y las venas asfixiadas por la humareda, despiertan y olvidan tanta patraña. Me convierto en armonía al andar con la nostalgia adosada a mis párpados, sintiendo el frío de la mañana y me envuelvo en locura poseída por excesos a los que no estoy acostumbrada.
Me tumbo y pierdo su cuerpo
sus dedos torcidos
arrugados por el tiempo
su gesto de carantoña
su espalda ajada de nuevo
Ayer vi otra vez
a la alimaña en nuestra casa,
y no estás tu para espantarla
a mi me falta la virtud de los valientes
pá decirle que se vaya
Ya no queda nada
de los veranos en las “seras”
las naranjas en las piedras
y cuatro gitanos
que juegan a julepe,
a la sombra la jiguera
Ni se cose en la resolana
con los mandiles por las piernas
han muerto los periquitos
ha muerto el olor a presta
Sólo huele a olvido
en el corral donde te recuerdo,
sentá en la silla baja,
tejiendo a punto rebequinas
para el próximo que naciera
Se han doblado las esquinas
de los abanicos que descuelgas
y lo repartes a cada uno
mientras tumbados en el zaguán
vemos lo que hay en la primera.
El fin de verano azul
anunciando la merendilla,
consistentes rebanadas de pan
con azúcar y mantequilla
el porrón,la conejera, la cuadra...
el acento alterado
entre eusquera, castúo
y valenciano...
y ahora lo que queda es moho
y hojas muertas en el sumidero
trastajos en los pasillos
y alimañas que matan recuerdos...
ene252008
ene
25
2008
Las picuriñas de entonces
Publicado por
Achiperre
en
20:35
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Etiquetas: evocando con alegría
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