Puedo hacer dos cosas a la vez… de hecho, cada vez que vivo te sigo queriendo… me quedo en blanco delante de esta hoja digital… coño… que tengo una vida mú perra… el asunto se me antoja como una bola inmensa de carne dura dando vueltas en la boca… acabo de vomitar la puta bola… si mi presencia no apaga la magia… si se me encoje el cuerpo entero mientras sigo pendiente de tus ausencias… ¿dónde están las inquietudes sin dueño?... quizá se las haya robado todas… guardado para sí cada suspiro que yo solté antaño, cuando quería verte y verla a ella… Mañana se me habrá olvidado tanta mierda que ahora se regodea por mi entusiasmo…
Parece que pierdo la visión de tu existencia… cuando me cubres con retales recosidos de otras formas de ignorancia… si finiquitas mi estado… y me mareo…